A 101 días de la última vez
que te escribí todo parece tan lejano y muchas son las cosas que se me han
acumulado para trasmitirte pero a los varios problemas técnicos se han sumado
los fines del destino que no me han permitido escribirte algo tan bonito como
te mereces, perdona si abuse de conocer tu comprensión pero también me
tranquilizo el poder sentirte tan cerca durante estos meses. ¿Ya sabes a que me
refiero verdad? Ya que solo se me ocurre un nombre para dotarnos de esta
infinita fuerza para sobrellevar la poca variación de las circunstancias tan difíciles
que se alarga por el tiempo el tuyo como siempre tenaz e incansable hasta el final.
La verdad que las dos semillas que sembraste
durante tu camino también ayudan bastante ya que puedo ver tu sonrisa en tus
ojos y tu amor en su forma de actuar, tan cerca de ellos como para que te
sintamos el resto con fuerza, por cierto al principio me confundió que en aquel
día tan especial lloviera inicialmente pensé que tú estabas llorando por no
poder estar a nuestro lado pero rápidamente lo entendí todo y supe que tú
intención fue que la lluvia disimulará las lágrimas que algunos derramamos por no
poder verte gracias de verdad también por esa sensación de tranquilidad de
saber que entre tanta gente se escondía tu sonrisa como no podía ser de otra
manera intentando hacer lo más bonito posible ese día tan especial
¿Sabes que estrellita? A veces siento que te
decepciono, sobre todo desde hace un mes que la desocupación, el carácter del
entorno, las adversas circunstancias y las dificultades de los posibles cambian
han provocado en mi está ansiedad y está inestabilidad emocional, sentimental y
anímica que hace un poco más complicado absolutamente todo, a veces me parece
sentir tus señales para que me anime, me levante y salga de esta desastrosa
espiral sin sentido pero de nuevo la inseguridad de la situación me vence y
creo ver que todos los intentos son vanos, gracias por tu ayuda, la necesito
más de lo que parece ya que te utilizo como referente de lucha ante la
adversidad y de sacrificio, como siempre Gracias de verdad.
Ayer vi una película que me hizo reflexionar, en
la cual un abuelo le explicaba a su pequeña nieta que los rayos de sol que
entraban por la ventana de repente eran las almas de los que ya no estaban que
se hacían visibles a través del sol para acompañaran en ese momento para darle
fuerza a lo largo de toda su vida y casualmente esta mañana cuando me
encontraba de nuevo con mi inseguridad de frente han entrado esos rayos de tu luz
que terminaban en mis manos y me han hecho sonreír, gracias tú tan detallista y
especial como siempre.
Por último te pido disculpas por las cosas que
siento y no te digo por miedo de no expresarlas de una forma tan bonita como te
mereces te las mandaré de la forma que pueda como los besos que te mando por
correo aéreo ¿vale?.