Mi estrella blanca hoy me
despertado bien pero a medida que han pasado las horas de esta mañana de 29 de
Agosto te has ido instalando en mi mente como tantos días desde que te fuiste, todo
es muy extraño pasan cosas parecidas al verano pasado un día fuimos todos juntos a la playa, la
misma de todos los años casualmente en el santo de tu niño y como todos los
años tu viniste con nosotros pero no te podíamos ver, aunque nadie dijo nada
todos teníamos lo mismo en la mente, tu nombre.
Tu hermano pequeño como bien
sabes trabajó durante unos diez días, digo como bien sabes porque todos sabemos
que tu cariño a tu hermano hizo que aquello fuera posible y de nuevo fue
extraño todos sus hermanos, cuñados y sobrinos fueron a verle y su corazón se
quedó esperando ver tu particular forma de caminar y tu permanente sonrisa
subir a verlo, yo estuve muchas horas allí con él y vi como miraba la esquina
de la calle a ver si tu girabas por ella pero no pudimos verte y de nuevo
compartimos un pensamiento, tú.
Hace una semana fue el cumple de tu hermano
pequeño y como siempre había una tarta de galletas y chocolate, en casa había mucha
gente y cuando sopló las velas yo noté una corriente de aire sabía que tú sonriente
como siempre, estabas ayudando a apagarlas y de nuevo nadie podía verte pero
todos compartíamos un mismo pensamiento, tú.
Y hace unos días fue el mío los
preparativos para tu hermano fueron muy duros ya que tu siempre lo has ayudado
y este año le costó sacar las fuerzas y la ilusión para sorprenderme pero de nuevo
como todos los años estuviste tú para ayudar dándole ese impulso que necesitaba
para que todo y de nuevo la escena se repetía, la tarta de galletas decorada
por él, mi cámara grabando y toda la gente en la cocina juntos comenzaron a
cantarme el cumpleaños entre las voces pude distinguir la tuya que como siempre
y antes de soplar tu madre me recordó que pidiera un deseo mire al frente y vi tu
sonrisa, tu dulzura y el brillo de tus ojos en uno de los dos regalos más
grande que nos dejaste y tuve claro mi deseo.
Ahora el verano termina y temo
que la tristeza se apodere de nosotros cuando el sol nos dé su energía durante
menos tiempo, cuando volvamos a la rutina, cuando vuelva el agobio y la
presión, madrugar y cuando el frio nos obligue
a encerrarnos en casa y a pensar lo que incitará al recuerdo.
Ahora comienzo un nuevo reto, una
nueva etapa con ilusión pero reconociendo que me impone un poco y estoy segura
que estarás como siempre para ayudarme y motivarme y hacer que todo salga bien.
Me gustaría darte las gracias a pesar de no poder verte y de
recordarte constantemente el verano ha estado bien, dadas las circunstancias ha
estado muy bien la verdad y me siento orgullosa de ello ya que sé que en algún lugar
tú estás feliz viendo que todo sigue fluyendo lo mejor posible.
GRACIAS por todo.